De vómito
el actor el burócrata el ciudadano
alimentan la vida
Para otros
que en la noche vestimos nuestras carnes
el amor el vino más amor
y la vida sin lata
cortada de esquinas...
aceras
lluvia...
...y sueños
el alimento
es también la vida
Así
en-medio-de-la-mascarada
y son las siete
y sales disparado
el trabajo hace al hombre
corre y cobra quincenas incompletas
y tus hijas
y el futuro
de México
el de Brasil
nunca el de Cuba...
Así
pasan los días
se nos pasan las vidas...
de otros
y las propias...
se nos pasa
la vida
Pero al calor del beso y la metralla
de una embriaguez total
de borrachera
y sueño...
...que despierto...
En El Salvador
trozo de patria
latinoamericana
nace un niño
seguro...
...varón o dama...
...hembra o macho...
ser humano seguro
con futuro
como que aquí
enmedio
de este vómito
de ciudadano-burócrata-actor...
...lo signo
y sello...
**Escrito en 1976.
Publicado en 1981
en el libro "A propósito"
(Universidad Autónoma del Estado de México)
sábado, 16 de octubre de 2010
ANÓNIMO UNO
Por el camino umbroso aprendió a ser huella,
sin paso, sin peso, ni rostro.
Por los caminos llanos se confundió
con el olor de la yerba
hasta llamarse pasto.
Nunca supo qué es siempre,
ni probó del fracaso dulzón
de la palabra "mientras".
Así murió. en una fecha sin nombre,
sin día, sin número;
y ahora es recuerdo.
Benjamín A. Araujo M.
Publicado en el libro
Frontera interior
sin paso, sin peso, ni rostro.
Por los caminos llanos se confundió
con el olor de la yerba
hasta llamarse pasto.
Nunca supo qué es siempre,
ni probó del fracaso dulzón
de la palabra "mientras".
Así murió. en una fecha sin nombre,
sin día, sin número;
y ahora es recuerdo.
Benjamín A. Araujo M.
Publicado en el libro
Frontera interior
ANÖNIMO DOS
Tal vez nunca se sepa si tenía destino.
Como llegó, se fue;
habitaba en su rostro la duda
pero supo caer
para abrir en la incógnita
su futuro infinito,
irresoluto.
Benjamín A. Araujo Mondragón
DEL LIBRO "Frontera interior"
Editorial: La Tinta del Alcatraz
Colección: La Hoja murmurante.
(Toluca, México, 1994)
Como llegó, se fue;
habitaba en su rostro la duda
pero supo caer
para abrir en la incógnita
su futuro infinito,
irresoluto.
Benjamín A. Araujo Mondragón
DEL LIBRO "Frontera interior"
Editorial: La Tinta del Alcatraz
Colección: La Hoja murmurante.
(Toluca, México, 1994)
¡¡¡México, lindo y querido...!!!
Patria amada,
tus hijos te lloramos;
somos la cruz del himno...
y la mención de López Velarde
ya angustiado.
Sabemos que
debemos mejorar,
pero no lo hacemos;
queremos paz
y estamos ensangrentados,
olemos a cadáver
todos los días
del año.
Aprendemos a odiar
con las noticias.
Ayyy,
patria mía,
¿por qué Dios te ha abandonado?
¿No sabes orar?
¿Sabes reír...?
...tu llanto es como
un conjunto de campanas
de catedral
sonando a duelo.
Eres El Gólgota Nahuátl.
La indigestión
por el mestizaje;
la sapiencia
ancestral
que sabe a lágrimas.
tus hijos te lloramos;
somos la cruz del himno...
y la mención de López Velarde
ya angustiado.
Sabemos que
debemos mejorar,
pero no lo hacemos;
queremos paz
y estamos ensangrentados,
olemos a cadáver
todos los días
del año.
Aprendemos a odiar
con las noticias.
Ayyy,
patria mía,
¿por qué Dios te ha abandonado?
¿No sabes orar?
¿Sabes reír...?
...tu llanto es como
un conjunto de campanas
de catedral
sonando a duelo.
Eres El Gólgota Nahuátl.
La indigestión
por el mestizaje;
la sapiencia
ancestral
que sabe a lágrimas.
viernes, 15 de octubre de 2010
jueves, 14 de octubre de 2010
miércoles, 13 de octubre de 2010
JOSË ALFREDO MONDRAGÓN (1956-1990)
La muerte, siempre la muerte. La piedra de escándalo del olvido y del recuerdo. El misterio insondable permanente. La muerte como tema perenne de la poesía. Se muere desde el momento mismo del nacimiento; la agonía humana comienza con el soplo vital iniciador. Existe porque hay vida. El yin y el yang. An verso y reverso del momento que nos puebla. Es probable que no exista escritor alguno que la haya podido esquivar, ni como tema. Dejar de tocarla, en sus preocupaciones creativas, para lo que sea: abrazarla, adorarla, solicitarla, temerle, rehuirle, reconocerle, desconocerle, gritarle, murmurarle...
La muerte, multimanoseada por músicos, pintores, escultores, bailarines, artistas de toda laya y hasta no artistas. Razón de ser de la filosofía de todos los tiempos. Motivo para pensar o escapar.
La muerte, cómo no, fue un tema recurrente en la poesía de José Alfredo Mondragón. Ahora podríamos decir, siempre se dicen esas cosas en retrospectiva, que hubiera parecido que José Alfredo, el poeta que naciera en El Oro, en febrero de 1956, sabía que moriría en uno de sus tantos retornos a Ítaca, el 31 de marzo de 1990. Temprana muerte a los 34 años de edad. ¿Alguna muerte no es prematura? Parecía que lo hubiera sabido por algunos de sus proféticos textos de añoranza adelantada. La palabra es poder que cruza el tiempo:
...Con esta mano
que es más polvo que silencio
puedo asir la luz
incendiar el rostro
que no alcanzo a entender
detener el tiempo y detenerme...
En su primer poemario, Metumbe, de dónde está tomado el anterior texto hay azoro y extrañeza por la ciudad, que pareciera envolver al hombre que la habita en un torbellino, velocidad para des-almarlo, quitarle el alma, arrojarlo a la muerte o recordar, contando las cuentas de alguien que es invocado:
...Inclinada sobre la piedra,
sobre la médula eléctrica de una avenida,
sobre el tronco que se extiende
como una pregunta,
la marea enciende los rumores,
los desborda como puñados de arena
hasta sentir la voz de las vértebras,
la identidad de alguien que recuerda una edad...
La muerte, multimanoseada por músicos, pintores, escultores, bailarines, artistas de toda laya y hasta no artistas. Razón de ser de la filosofía de todos los tiempos. Motivo para pensar o escapar.
La muerte, cómo no, fue un tema recurrente en la poesía de José Alfredo Mondragón. Ahora podríamos decir, siempre se dicen esas cosas en retrospectiva, que hubiera parecido que José Alfredo, el poeta que naciera en El Oro, en febrero de 1956, sabía que moriría en uno de sus tantos retornos a Ítaca, el 31 de marzo de 1990. Temprana muerte a los 34 años de edad. ¿Alguna muerte no es prematura? Parecía que lo hubiera sabido por algunos de sus proféticos textos de añoranza adelantada. La palabra es poder que cruza el tiempo:
...Con esta mano
que es más polvo que silencio
puedo asir la luz
incendiar el rostro
que no alcanzo a entender
detener el tiempo y detenerme...
En su primer poemario, Metumbe, de dónde está tomado el anterior texto hay azoro y extrañeza por la ciudad, que pareciera envolver al hombre que la habita en un torbellino, velocidad para des-almarlo, quitarle el alma, arrojarlo a la muerte o recordar, contando las cuentas de alguien que es invocado:
...Inclinada sobre la piedra,
sobre la médula eléctrica de una avenida,
sobre el tronco que se extiende
como una pregunta,
la marea enciende los rumores,
los desborda como puñados de arena
hasta sentir la voz de las vértebras,
la identidad de alguien que recuerda una edad...
Etiquetas:
Benjamín Araujo,
José Alfredo MOndragón
¡¡¡MËXICO LINDO Y QUERIDO!!!
Patria amada,
tus hijos te lloramos;
somos la cruz del himno...
y la mención de López Velarde
ya angustiado.
Sabemos que
debemos mejorar,
pero no lo hacemos;
queremos paz
y estamos ensangrentados,
olemos a cadáver
todos los días
del año.
Aprendemos a odiar
con las noticias.
Ayyy,
patria mía,
¿por qué Dios te ha abandonado?
¿No sabes orar?
¿Sabes reír...?
...tu llanto es como
un conjunto de campanas
de catedral
sonando a duelo.
Eres El Gólgota Nahuátl.
La indigestión
por el mestizaje;
la sapiencia
ancestral
que sabe a lágrimas.
tus hijos te lloramos;
somos la cruz del himno...
y la mención de López Velarde
ya angustiado.
Sabemos que
debemos mejorar,
pero no lo hacemos;
queremos paz
y estamos ensangrentados,
olemos a cadáver
todos los días
del año.
Aprendemos a odiar
con las noticias.
Ayyy,
patria mía,
¿por qué Dios te ha abandonado?
¿No sabes orar?
¿Sabes reír...?
...tu llanto es como
un conjunto de campanas
de catedral
sonando a duelo.
Eres El Gólgota Nahuátl.
La indigestión
por el mestizaje;
la sapiencia
ancestral
que sabe a lágrimas.
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