miércoles, 18 de marzo de 2015

NOCHE TORMENTOSA, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón




Una noche tormentosa,
una noche espesa y fría,
corría por la ladera
de los vientos agoreros:
una luz se prende allá
en lo alto del campanario
y de inmediato recordé:
"nunca hay nadie ahí
a esa hora...¿qué hago?"
Frío en mis manos,
frío en mi pelo,
frío en el cuerpo
fría el alma y mucho
muchjo miedo; esa
noche fue terrible
y yo ahora lo recuerdo.
En mi infancia tuve miedo
porque no estaban mis 
padres, ni mis hermanos
o abuelos: ¡solo, solo, solo!

A MI NIETA, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

A MI NIETA

Ana Paula, querida;
creces en este siglo,
en este mundo, creces,
te veo crecer y ser tú,
poco a poco, muy lento,
como un rayo de luz
sobre nosotros...

El tiempo es fulminante
y no perdona; mi vejez
es la tuya, tu infancia
es la mía, la de nosotros.

Te gozamos si creces,
bella Ana Paula; crecemos
contigo cuando lo haces.
Palpita nuestra vida en tus
ojos y viceversa; y tú, Ana Paula
de mi alma, serás niña, serás
puberta, serás adolescente,
una mujer muy bella eres,
serás ya grande y un día,
oh Ana Paula, madre serás
y en tu memoria jeroglíficos
seremos, tus ancestros.
Desde ese futuro existente
en tu vida, Ana Paula
¡te saludo y bendigo;
y en ti a tus descendientes!

Benjamín A. Araujo M.