CUÁNTAS VECES…
Cuantas veces anduve
con los dedos del hambre
de puntillas
reconocí en tus centros
el banquete
reconocí en tus recónditos lugares
mi escondite
volé palmípeda ave del deseo callado
batracio incontenible del continente
lujurioso
me posé sobre el nido de tu sueño
penetré en tus pesadillas
y en tus más sutiles sueños
y en tu onírica cara
me
veía
Cuantas veces anduve
con los huesos del tedio
de rodillas
recosté la retórica
difunto círculo que domina
para acallar la voz del hombre
no bastan
los fusiles
los decretos sellados
o la mentira güera
de un barato producto
de supermercado
o un muy simple producto
de superchería
Para volver silencio la poesía
faltaría que la muerte se muriera
que la sed
vomite de humedad
o que tu nombre
calle
y abandone
estas
llanuras