A Nicanor Parra
FIESTA SOLEMNE
Nervioso, pero sin duelo
a toda la concurrencia
por la mala voz suplico
perdón y condescendencia.
Con mi cara de ataúd
y mis mariposas viejas
yo también me hago presente
en esta solemne fiesta.
a toda la concurrencia
por la mala voz suplico
perdón y condescendencia.
Con mi cara de ataúd
y mis mariposas viejas
yo también me hago presente
en esta solemne fiesta.
Nicanor Parra
Una fiesta solemne es la vida
y que la goce toda la concurrencia
con esta pésima voz yo les suplico
un poco de atención a este poeta
que tiene como única luz la voz,
la luz y el suelo; ¡ah, y las mariposas!
y que quiere que gocen todos aquí,
ahora y por siempre al parejo
de los seres más felices que corren
prestos con el viento, y como
el viento luego de una tempestad;
tempestad es la vida, nuestra vida,
pero una tempestad que es una fiesta
y que yace feliz cual fiel otoño
que tira las hojas de los árboles
con el viento de las tristezas y de los
amorosos acontecimientos del registro
de todos nuestros pesares y de todos
de todos nuestros felices encuentros.
Algunos toman por sed
otros por olvidar deudas
y yo por ver lagartijas
y sapos en las estrellas.
otros por olvidar deudas
y yo por ver lagartijas
y sapos en las estrellas.
Nicanor Parra
El vino para brindar por nuestras
buenas conciencias; salud es para
desear las mejores recompensas;
repartir al buen vivir buenaventuras
a todos; bienvenidas al dormir y al
despertar más bondades y sumar
más vanidades al conquistar
barandales y correr por esas calles
de Dios, ya sin malestares.
Benjamín Adolfo Araujo Mondragón
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