REMEMORAR
Es la hora precisa de recordar a
quienes ya se fueron;
es hora de la
ingrata nostalgia, no grata, pero necesaria
es la hora,
sí, la hora, de reconocerá quienes ya se adelantaron
debido a que
tocó para ellos la hora de morir.
Busquemos en
sus ojos de cadáver, sus recuerdos;
busquemos en
su memoria yerta las oportunidades
que no se
consiguieron, busquemos, busquemos,
busquemos
siempre, paso a paso, busquemos
pues sucede
que su huella ha quedado viva,
perenne, en
nuestros corazones…
Tendremos que
ir a donde nos prometieron
que
llegaríamos todos, desde nuestras infancias
y
adolescencias cristianas; tendríamos que llegar
para saberlo
todo y conocer de las promesas
cumplidas y
de los mandatos divinos…
Conocer a ¡la
divinidad! Y saber si es correcto
el verbo
“conocer” o hay que inventar uno nuevo
que nos
muestre lo que deberemos decir
al enfrentar
a Eso…
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