Tristeza me da verte esa cara,
pálida y agotada por la vida.
Como si te hubieran dado vara
y no hubieras tenido pa' comida.
Alucino con tu risita falsa
y siento que te subes a una silla
pues tu rictus que veo ya me cansa
y pareces totalmente una ardilla.
Quisiera abandonarte en una esquina
y darte ley del hielo de por vida
con tu cara soez casi de equina
y no verte jamás ya ni de ida...
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