jueves, 19 de julio de 2012

De Raquel Rueda Bohórquez, de Colombia

SEMBRANDO SUEÑOS

Muchas veces, atareada en lo mismo
recogiendo secas ramas para quemar
en vez de guardar como abono...

Cuántas veces, ocupada en escribir
en deleitar cada segundo mis ojos
con los dolores ajenos... es que a ratos
pareciera que nos gustara sufrir,
y nos acostumbramos tanto a él
que a veces lo extrañamos.

Tantas veces, viendo al sembrador...
con pensamientos ajenos a los míos...
¿qué será lo que atormenta su mente?
tal vez, sus manos ociosas no cumplieron
y dejaron los árboles a otros...
robaron la historia verde que tal vez
hubiese sido un huerto...

Tantas veces y son muchas...
en que sobre el cántaro donde la miel se esfumó
la pequeña abeja renunció...
y voló en silencio en búsqueda de otra fronda...

Y a pensamientos de verdores me entrego
tal vez mañana... cuando me quite las botas
y los sueños ya no existan... y callada camine
ya no sobre cardos y espinas... será alli... estoy segura
donde florecerán las amapolas de la vida nueva
donde los colibríes danzarán sobre las ramas
sin miedo a una honda, o a una cárcel...


Será allí donde estaré...
cultivaré todas las rosas pendientes...
mis jardines florecerán donde nadie enviará un verdugo
nadie arrancará de la tierra sus semillas
ni derribará los árboles que ya están hechos,
nadie sacará su macheta para tumbarle las ramas
porque para ese entonces...
las sierras que los mataron... serán nuestros verdugos
y cobrarán poco a poco, sin miedo ni temor
toda la soberbia de nuestros ojos, y toda la ira de nuestras manos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 19/12

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